La historia
del cine como espectáculo comenzó en París, Francia, el 28 de diciembre de 1895. Desde entonces ha experimentado una
serie de cambios en varios sentidos. Por un lado, la tecnología del cinematógrafo ha evolucionado mucho, desde el
primitivo cine mudo de los hermanos Lumière hasta
el cine digital del siglo XXI.
Por otro lado, ha evolucionado el lenguaje
cinematográfico, incluidas las convenciones del género, y han surgido así
distintos géneros
cinematográficos. En tercer lugar, ha evolucionado con la sociedad,
con lo que se desarrollaron distintos movimientos cinematográficos y cinematografías nacionales.
La primera presentación fue el 28 de
diciembre de 1895, en París, y consistió en una serie de imágenes
documentales, de las cuales se recuerdan aquella en la que aparecen los
trabajadores de una fábrica (propiedad de los mismos Lumière), y la de un tren
(en la estación de La Ciotat) que parecía abalanzarse sobre los espectadores,
ante estas imágenes las personas reaccionaron con un instintivo pavor, creyendo
que el tren los atropellaría. La función de las primeras "películas"
era mayormente documental, con el agregado del movimiento. Tiempo después
lograron el primer film argumental de la historia: El regador regado.
EN LA ACTUALIDAD
A partir de los años cincuenta, la televisión
comenzó a implantarse masivamente en los hogares. La posibilidad de ver
películas en casa, más aún con la popularización del vídeo y últimamente del
DVD, han convertido al cine en un espectáculo doméstico. Por otro lado, el
derrumbe del bloque soviético dejó a los Estados Unidos como la única potencia
a nivel mundial, lo que le ha permitido expandir libremente sus modelos y
empresas sin competencia posible.
Sólo en los años ochenta, cerraron en
España cientos de salas. Afortunadamente, a partir de los años noventa se
produjo una recuperación.
El cine comercial tuvo que luchar por
atraer al público y lo hizo buscando más espectáculo. Las grandes
superproducciones y los musicales habían desaparecido debido al aumento de
costes y riesgos, y en su lugar surgió el cine-espectáculo de acción. La llegada
de los efectos digitales brindó nuevas posibilidades en tal sentido.
El esfuerzo económico que supone hacer
cine hoy en día, junto al control por parte de Estados Unidos de los canales de
distribución, han supuesto el fin de muchas cinematografías nacionales. También
éstas tuvieron su parte de culpa, por vivir muchas veces de espaldas al
público, desdeñando sus gustos.
Actualmente, Hollywood domina el
panorama mundial. Puede abordar producciones con un coste impensable para una
película europea, dado que su control de la distribución le permite amortizarla
y ganar dinero mediante su exhibición en multitud de salas. No obstante,
subsisten cineastas y filmografías al margen de Hollywood. Algunos países
tienen una importante industria cinematográfica, aunque con muy poca proyección
exterior.
En
la actualidad, acudir al cine es una de las diversiones preferidas. Las
producciones fílmicas, sin duda han sido un eficaz medio de comunicación y de
relación social y comercial, sin embrago, el fenómeno cinematográfico puede
abarcar otra posibilidad que no guarde relación con el comercio: el arte.
El
cine ha intentado penetrar como arte pero la mayoría de los espacios dedicados
a él y las producciones cinematográficas se han dirigido hacia otros caminos y aunque
el cine emerge de una cultura, se han instalado en la industria al relacionarse
mayormente con el comercio.
Articulo por:
Abigail Cantorán
Fuentes de información:
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